Hay algo que me sucedió y aún está presente, crece cada día más y no sé hasta dónde pueda llegar. En su voz encuentro la tranquilidad y la paz que sólo él me da, entre sus brazos está mi refugio, el cual es el único al que quiero llegar, y en su mirada está la respuesta cada vez que la necesito escuchar.

No quiero sentir miedo y quiero disfrutar el momento, pero en realidad no sé si temo a obtener felicidad sin medida, o girar mi mundo entorno a él. No pienso restringirle mi cariño ni tampoco evitar que él se vuelva lo más importante para mí.

A veces pienso que esto no está pasando, pero no puedo evitarlo. No quería creer otra vez, sin embargo no puedo dejarlo de sentir, de sentirlo aquí aunque él se encuentre en otro lugar, no puedo evitar que su esencia me acompañe a cada lado que voy, y sus besos los llevo siempre junto a mi.

Esta vez el miedo no me detendrá, y mis alas voy a sacar pues necesito hacerlo sentir que entre mis brazos es donde él debe estar, si en mi encuentra la felicidad que nadie le haya podido dar o que algún día haya dejado de esperar.