domingo, 31 de julio de 2011

El handball no es correr solo picando una pelota y meter un gol. El handball se juega en equipo y no entiende de resultados, se respeta al equipo contrario pero sin olvidar cual a de ser el fin de su mismo grupo. Lo único que nos diferencia con este es el color de la camiseta, pero todos tenemos la misma pasión, pero se ve que no todos sienten lo mismo al entrar a la cancha. Unos pueden sentir el aliento de sus compañeras, otras el miedo de las contrincantes. Se puede sentir la camiseta pegada en la piel y otros se ríen del físico de una jugadora. Pero a la hora que termina el partido y ya todo está dicho se puede diferenciar quienes son los que aman este deporte. Los verdaderos jugadores son quienes salen de la cancha con una sonrisa porque siente que dio todo lo que se podía por mas de un resultado. Los que aman este deporte son quienes se tiran a defender y atacar aunque sea en un entrenamiento; son quienes van a ver el partido aunque esa fecha no pueda jugar; son quienes comparten una camiseta o un corto cuando otro se la olvidó; son quienes no le importan si tienen que tirarse al piso por un gol, son quienes intentan mejorar día a día; son quienes reconocen sus errores; son quienes entran nerviosos a dar todo en la cancha; son quienes saben perder y lo reconocen, son quienes alguna vez discutieron con sus compañeros por jugar "solo" sin hacer un paso, por enojarte cuando no te cobraron una falta cuando vos sabias que estaba bien marcada, por la sensacion de felicidad que te da tirar al arco, sentir toda la adrenalina frente a un penal y sobre todo dejarlo todo en la cancha junto a tus compañeros, por amor a la camiseta, por amor a TU deporte. Tal vez tenga una idea equivocada sobre este deporte, pero esto es lo que significa para mí.

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